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Después, con las vistas espectaculares del Alcázar de fondo, atravesamos el Puente de Alcántara y el Torreón que protege la entrada de la ciudad.
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Recorrimos la muralla y dimos cuenta del Castillo de San Servando, de los antiguos molinos de agua y de los restos del espectacular acueducto romano que salvaba el río Tajo para traer agua a Toletum.
Tras cruzar la puerta islámica de Doce Cantos y subir por el Alficén (poco ha llegado de este recinto cortesano que podría recordar al esplendor de Medina Azahara) llegamos a la Plaza de Zocodover.
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Allí ADCHE nos tenía preparada una agradable sorpresa. Había contratado a la mejor de las empresas turísticas de la ciudad: “Toledo Forever” y a su buque insignia don Enrique Galdeano para enseñarnos Toledo.
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Enrique, fue nuestro particular “malinche”, el mejor de los guías posible. Su amplios conocimientos de la ciudad nos hizo redescubrir Toledo.
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Además, la pasión y el buen humor puestos en sus explicaciones hicieron que las más de tres horas de visita guiada se pasaran volando.
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Conocimos historias, leyendas, curiosidades gastronómicas, museos…
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Museos como el dedicado a la cultura visigoda en la iglesia de San Román. Donde sorprende la bellísima mezcla de su arte mudéjar con pinturas murales de estilo románico.
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Actualmente la iglesia es museo y conserva un importante número de piezas de arte visigodo.
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Nuestro guía Enrique, gran conocedor de la ciudad, nos llevó por el Toledo menos masificado de turistas.
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Recorrimos las callejuelas de la judería toledana y llegamos hasta la Sinagoga del Tránsito, el edificio hispanojudío más importante de nuestro país.
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Está considerada la más bella sinagoga medieval y mejor conservada del mundo.
Actualmente alberga el Museo Sefardi, siendo la obra maestra de la colección del museo la propia sede: la sinagoga.
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Bajo un impresionante artesonado de madera que lleva incrustaciones de marfil y decoración pintada, encontramos espectaculares muros decorados con yesería de estilo mudéjar, bellos bancos adornados con azulejos y parte del suelo original excavado.
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Tras visitar la judería continuamos nuestra visita por la denominada “Ciudad de las Tres Culturas” no sin añorar aquella época en la que la tolerancia y la convivencia eran símbolos de Toledo.
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Nuestro siguiente destino era la Plaza Mayor, con la bella fachada herreriana del ayuntamiento asomándose a la plaza y, sobre todo…
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Su espectacular catedral, el edificio más grandioso y monumental de la ciudad. Sin duda alguna, la mejor guinda final que podríamos tener para terminar la visita guiada.
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Tan solo nos queda agradecer a don Enrique Galdeano, director de “Toledo Forever”, la maravillosa visita cultural que nos hizo de su ciudad. Lo pasamos fenomenal y aprendimos muchísimo.
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Y gracias también, por supuesto, a todos los participantes que lo hicieron posible.
¡Nos vemos en la siguiente actividad cultural gratuita de ADCHE!