.
Nuestro Presidente nos esperaba en la Plaza de la Villa, un lugar a medio camino de la Judería Vieja y la Judería Nueva. Allí nos introdujo en la historia del pueblo hebreo y en la importancia de las raíces judías en la civilización europea.
.
Las imágenes, como siempre, fueron un importante apoyo en sus explicaciones.
.
Después, dejamos atrás la histórica Plaza de la Villa para dirigirnos al siguiente punto de la visita:
.
El Monumento a las Víctimas de Mauthausen. Allí, Marcos nos habló de las luces y las sombras de esta localidad austríaca, con su conocida cantera y su, por desgracia mucho más famoso, campo de concentración nazi.
.
En el Centro Sefarad, al cual aprovechamos para agradecer su hospitalidad, nos darían más datos sobre lo ocurrido durante el Holocausto. En la visita contamos con un guía de lujo: Isaac Benabraham, uno de los más ilustres historiadores judíos de nuestro país, además de coordinador del “Centro de Documentación y Estudios Moisés de León” y de la página web www.sefardies.es
.
Como aperitivo vimos la exposición fotográfica de David Seymour, dedicada a la creación del Estado de Israel y que este año celebra su 75 aniversario.
Nos sorprendió, por ejemplo, el papel igualitario que jugaron las mujeres judías en ese trascendental momento de la historia contemporánea del pueblo judío.
.
Después nos esperaba el plato fuerte del día: la exposición “Mauthausen, memorias compartidas”, dedicada a las vivencias que compartieron como prisioneros los judíos y los republicanos españoles en el campo de concentración.
.
Esos republicanos españoles habían vivido una auténtica odisea desde el final de la Guerra Civil Española y su posterior paso a Francia. Se habían enfrentado primero al fascismo en nuestro país y después al nazismo en el país galo. Eran verdaderos supervivientes, con un coraje y una organización que pronto se hizo sentir en el resto de prisioneros.
.
Los españoles se convirtieron en líderes de la resistencia que se organizó en Mauthausen. Una auténtica red de ayuda en la que todos colaboraban dejando atrás el individualismo. Por ejemplo, los cocineros y ayudantes de cocina robaban comida para los más necesitados, mientras que las enfermeras hacían lo propio con las medicinas.
Gracias a la valentía de estos héroes y heroínas se salvaron muchas vidas.
.
La exposición está brillantemente documentada con fotografías del Holocausto.
.
También con objetos personales que pertenecieron a los supervivientes.
.
Otro momento heroico: Gracias a prisioneros que trabajaron en las oficinas de Mauthausen y que, a escondidas, copiaron las fichas de prisioneros españoles, sus familias pudieron conocer el destino final que tuvieron.
.
Los soldados americanos que liberaron el campo de concentración de Mauthausen realizaron grabaciones, que aún hoy ponen los pelos de punta, de la terrible realidad que se encontraron.
.
Pero también hubo tiempo para los milagros, para ver a auténticos ángeles en el infierno. Historias como la del futbolista español que terminó adoptando a un niño huérfano judío de diez años de edad (más valiente que muchos adultos) o la del matrimonio español que el destino quiso que se volvieran a encontrar en Mauthausen y luego lograran sobrevivir al Holocausto llegando a formar una familia.
.
La visita no hubiera sido la misma sin la presencia de nuestro gran narrador de historias, Isaac. Fuimos unos privilegiados de poder contar con él. ADCHE tuvo el detalle de agradecérselo con una cesta de productos típicos de nuestra tierra toledana.
.
Y ya con la celebración, puesto que terminamos venciendo al nazismo (tal y como repetían una y otra vez los republicanos españoles), nos dirigimos a un reputado restaurante israelí.
Aprovechamos para dar las gracias a Tami y Aviv, responsables del Restaurante Barganzo, por lo bien que nos trataron.
.
Disfrutar de la cultura hebrea, en este caso gastronómica, fue toda una guinda a la jornada cultural dedicada a los judíos en el día de hoy.
.
Muchísimas gracias a todos los que asistieron y a los que lo hicieron posible.
¡Vencimos!